Este 20 de febrero se celebra una nueva edición del Día Mundial de la Justicia Social. El tema, "Superar barreras y desbloquear oportunidades", es una perfecta ocasión para reflexionar sobre la importancia de la equidad en todas las áreas de la sociedad - y especialmente desde la arquitectura y el urbanismo. Y sí: tienen tanto un rol fundamental en la construcción de ciudades accesibles como son herramientas importantes para abordar los desafíos de la desigualdad económica y la exclusión social.
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Equidad y Arquitectura: Un problema global y de todos
"Ciudades equitativas necesitan voces equitativas", dice Naomi Hoogervorst de ONU-Habitat. La arquitectura y el urbanismo pueden ser utilizados para abordar la exclusión social y promover la integración, diseñando espacios públicos diversos y participativos. En América Latina, la región con mayores desigualdades del planeta, encontramos algunos ejemplos interesantes.
En México, existe el Parque de Fresnillo diseñado por Rozana Montiel (Estudio de Arquitectura) y Alin V. Wallach: "El canal tenía una gran barrera: un puente inaccesible que bloqueaba el canal, trabajamos con la idea de hacer algo más que un puente, teniendo como resultado, una conexión universalmente accesible con juegos integrados y una explanada debajo, transformando el espacio en un lugar de reunión, generando un lugar habitable con iluminación durante la noche".
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Derecho a la ciudad en América Latina, ¿Qué debemos hacer?
En Perú, el proyecto KNOW: Conocimiento en acción para la igualdad urbana, buscó consolidar la generación de una red de cuidados que supere las brechas multidimensionales a través de una metodología participativa y un trabajo de articulación horizontal entre actores. Hasta el momento, se tratan de proyectos piloto en el distrito de San Juan de Lurigancho, en barrios periféricos en Lima, donde se diseñaron espacios que alberguen prácticas comunitarias para la seguridad alimentaria y para co-producir maneras más inclusivas de gestión y mantenimiento de la infraestructura.
En Ecuador, las instalaciones 'La Puta Carra Loca' y el 'Archivo Vivo de las Luchas Sociales' diseñadas por Al Borde y La Cabina de la Curiosidad, presentaron a la arquitectura como un vehículo de resistencia contra la hegemonía. Desde el diálogo y la reflexión con colectivos, visibilizan las luchas de los grupos minoritarios (trabajadoras sexuales, miembros de la comunidad GLBTIQ+, campesinado, grupos étnicos, discapacitados, adultos mayores) ante la discriminación.
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Realidades incómodas de la vivienda social en Latinoamérica
"La ciudad es conflicto, así como la sociedad es conflicto, pero qué conflictos se conforman y expresan en cada ciudad habla de cómo es cada una", dice María Cristina Cravino sobre derecho a la ciudad en América Latina. La planificación urbana, puede definitivamente luchar en el conflicto del acceso a viviendas asequibles.
En un contexto creciente de ciudades con procesos de gentrificación, donde los altos precios de suelo y vivienda expulsan a los residentes populares, el nuevo Barrio Maestranza Ukamau en Santiago de Chile propone un interesante ejemplo que tiene mucho para contar sobre posibles caminos para el acceso a la vivienda de interés público.
El proyecto ubicado en los terrenos de la antigua Maestranza de Ferrocarriles San Eugenio, al centro, entre las calles Santiago Watt y Exposición de la comuna Estación Central, no sólo fue diseñado por el arquitecto Fernando Castillo Velasco en sus últimos años de vida y continuado por su hijo Cristián Castillo junto a Elías Becerra y Pamela González, sino por la comunidad de familias organizada en las asambleas del Movimiento Social y Popular Ukamau, donde deliberaron y discutieron paso a paso sus próximas viviendas. Son casi 3 hectáreas de superficie, 424 departamentos.
En Argentina, la obra de vivienda colectiva Castelli 3902 es fruto de una experiencia entre la organización de arquitectos y urbanistas de Proyecto Habitar y COOPTEBA SM/3F, una cooperativa de vivienda de trabajadores de la educación de la Provincia de Buenos Aires, San Martín y Tres de Febrero. En un mundo en donde las desigualdades de accesos a bienes y servicios urbanos determinan la vida de gran parte de las poblaciones, los autores del proyecto buscaron trabajar de manera colectiva e interdisciplinaria en pos de enfrentar la injusticia social y espacial existente.
Sin embargo, a menudo la arquitectura y el urbanismo perpetúan la injusticia social. No sólo desde la arquitectura defensiva que crea ciudades inhabitables -hasta con púas para evitar a las personas sin hogar- sino también a través de la exclusión de ciertos grupos o la concentración de riqueza. Por estos motivos, es importante tener en cuenta estos desafíos y abordarlos de manera proactiva para lograr una sociedad más justa y equitativa.
Nota del editor: este artículo se publicó originalmente el 28 de febrero de 2023